El tipo ponía una tela blanca en un pequeño tendedero improvisado en el medio de los pastizales. Empezaba por la tarde y terminaba en la noche, ponía un reflector apuntando a la tela. La cosa se movía apenas con el viento.
Las mariposas de la noche tapan todo el blanco y el tipo no puede abrir la boca porque también las tiene por toda su cara.
la luz
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