Es como el señor
de la florería de Perú y Colon. Todos necesitan flores o plantas, pero
nadie entra. Si alguien lo hace hay olor a glade de limón y él se las ingenia
para retenerte mínimo unos veinte minutos, por mas que no compres nada.
Tiene una de esas heladeras vitrina para flores
desenchufada y llena de peluches del 94.
.
.