lunes, 10 de septiembre de 2012








  Es como el señor de la florería de Perú y Colon. Todos necesitan flores o plantas, pero nadie entra. Si alguien lo hace hay olor a glade de limón y él se las ingenia para retenerte mínimo unos veinte minutos, por mas que no compres nada.

  Tiene una de esas heladeras vitrina para flores desenchufada y llena de peluches del 94. 










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